¡¡Vaya odisea para hacer estas fresas híbridas malditas!! Os aviso: ¡Cuidadín con estas fresas, porque igual acaban ellas con vosotros antes que vosotros acabéis con ellas! De hecho, ¡estuvieron a punto de acabar conmigo! jajajaja. ¡Estas fresas híbridas malditas realmente están malditas!.
Todo comenzó con una foto de
Christine H. McConnell. Estupenda fotógrafa a la que un día le dio por hacer estas criaturitas mucho mejor hechas que las mías (si entráis en el link veréis la foto original y también veréis lo penosa que ha quedado la mía en comparación... jajaja). En cuanto vi la foto, ya supe qué iba a preparar este año para Halloween. Pero es lo que tienen los fotógrafos... ¡que cuelgan la foto pero no la receta!. En este caso, no había absolutamente nada. Sólo la foto, que me encantó. Por cierto: Christine H. McConnell, thank you very much for this idea!!!.
Pero había un problema... ¿Dónde encuentro fresas en esta época? Aquí no hay fresas en octubre... Ya me estaba comenzando a mentalizar que no habría manera de hacerlo por las fresas, hasta que, a los pocos días estaba en un supermercado al que nunca voy y... ¡Allí estaban mis fresas! Recién llegadas de la otra punta del mundo y carísimas, ¡¡¡pero daba igual!!! ¡Iba a poder hacer mi postre de Halloween! Eso sí... un poquitín antes de tiempo... jajaja. Pero bien pensado, creo que ha sido mejor. ¡Así lo he podido poner para que lo veáis antes de Halloween!
Entonces pasé por un proceso de indagar cómo había hecho los tentáculos...y de hartarme de hacer zooms a la foto para ver cómo había hecho las fesas... De hecho, si os fijáis, son dos fresas juntas por cada boca. Yo lo intenté de varias formas y no hubo manera. No se pegaban ni con super glue. ¡Menos mal que compré fresas para parar un camión! O sea, que al final decidí hacerlo con una fresa por boca.
Luego estaban los tentáculos. Pensé que eran galletas bañadas en chocolate... ¿Pero cómo baño en chocolate las galletas para que queden tan perfectas? Los tentáculos acaban en punta, ¡y no hay ni rastro de goteo! Incluso me monté un artilugio para dejar secar las galletas bañadas en chocolate y que no goteasen... pero todo fue inútil. No me hizo falta ni cubrirlas de chocolate. Las galletas se deformaron. Al ponerlas en el horno, perdieron toda la forma que les había hecho y quedaron aplanadas. En mi blog de pifias tenéis colgados los
Tentáculos demasiado bien alimentados tal y como quedaron... jajaja. Entonces se me ocurrió hacer los tentáculos con fondant.
Tenía un trozo de fondant en la nevera. Fondant blanco, pero era de hacía tiempo. Lo saqué y no había forma de que quedase blandito para teñirlo. Como tenía prisa, decidí meterlo unos segundos en el microondas usando la función "Descongelar" a ver qué pasaba. Craso error. Quedó blandito, pero luego no hubo forma de que se volviese a poner duro. No sé si fue el microondas, o que llevaba mucho tiempo en la nevera, pero me decanto por el microondas. No tengo mucha práctica con el fondant. La cuestión es que una vez teñido el fondant y moldeados los tentáculos no volverían a quedar duros, o al menos, tan duros como suele quedar el fondant... pero me di cuenta cuando ya estaba montando el postre... luego os lo explico... jajaja.
Otro tema a parte eran los colmillos. ¿De qué estaban hechos? ¿Chocolate blanco? ¿Merengue? Pues ni idea. Al final decidí hacerlos de nata con una manga pastelera... pero como siempre he dicho, me faltan unos cuantos años de práctica con las mangas pasteleras... Y así quedaron... jajaja. En cuanto a las bolitas blancas que hay en la foto original por la tierra, lo intenté con uno de los monstruitos, pero quedó tan penoso (otra vez la manga pastelera...) que paso de publicar la foto... jajaja. Si vosotros domináis más el tema, podéis poner bolitas de nata por la tierra con la manga pastelera.... yo paso... jajaja.
Creo que este postre para Halloween es el que más me ha costado hacer desde que tengo el blog, pero luego el resultado vale la pena.¿Os atreveréis a desafiar la maldición? jejeje.