Os tengo que avisar que es una tarta enooorme. Tenía un molde de 26 cms. y la tarta llegaba hasta arriba. Por lo tanto, si no queréis hacer una tarta tan grande, podéis poner la mitad de los ingredientes del relleno. La cantidad de la base de galletas, de la gelatina y de la nata para adornar la tendréis que dejar igual, pero el relleno lo podéis dividir y hacer la mitad. Eso sí, una vez hecha os vais a arrepentir de haber hecho sólo la mitad... ¡¡¡porque está buenísima!!! jajaja.
También os tengo que decir un par de cosillas más...
La primera: Las nubes abultan mucho, y yo no tenía ningún recipiente lo suficientemente grande como para derretirlas todas a la vez. Por lo tanto, puse la mitad en una olla y a medida que se iban derritiendo, iba añadiendo el resto. Así hasta que se derritieron por completo.
La segunda: Os aviso que cuando las nubes están completamente derretidas son muuuy pegajosas. En un principio pensé en derretirlas en la Thermomix, pero como sabía que después me iba a costar bastante limpiarla usé una olla, y no me arrepentí. Por lo tanto, usad una olla que sea fácil de limpiar después.
Un último apunte: Usé un molde desmontable con base de cristal, y no puse nada debajo. Puse la base de galletas directamente sobre el cristal y quedó un poco pegado. Quizá hubiese ido mejor poner en la base un poco de spray desmoldante, o un papel de hornear para que no quedase tan pegado. De todas formas, se despegaba pasando una espátula por debajo.
En fin, ya no me enrollo más: La tarta salió buenísima, y aquí tenéis la receta... jejeje.