Esta semana iba a publicar una tarta de queso, pero como salió como el rosario de la aurora, tuve que improvisar un plan B. Algo que fuese fácil de hacer y que no requiriese mucho tiempo, ya que esta semana ha sido bastante atareada. Hacía años que en casa no comíamos estos rollitos de pollo con mascarpone y salsa de manzana. La verdad es que no sé el motivo de por qué no los había vuelto a hacer. La cuestión es que, después del desastre del pastel de queso se me ocurrió hacerlos y publicarlos en el blog. También hace años que tengo pendiente colgar esta receta, o sea. que ya me ha venido bien.
La receta la guardaba en un papel impreso dentro de una carpeta que usaba antiguamente para no tener desperdigadas las recetas, y no sé quién es el autor. Por lo tanto, si diese la casualidad de que el autor o autora leyese este post, muchas gracias por esta magnífica receta.
La receta es para 6 pechugas, y eso es lo que le pedí al carnicero... pero cuando fue la hora de hacer la receta en casa me di cuenta de que sólo me había puesto 5. Se debió de descontar... y ya eran las diez de la noche. Demasiado tarde para ir a reclamar...
Otra cosa: Las personas a las que no les guste el queso, también pueden hacer esta receta. En lugar de hacer rollitos, que hagan las pechugas tal cual al varoma. La salsa de manzana está buenísima y vale la pena probarla.
Venga, no me enrollo más. Aquí tenéis la receta: