lunes, 18 de septiembre de 2017

Mousse de chocolate negro


La semana pasada me dio por hacer unos profiteroles (o lionesas) de naranja rellenos de mousse de chocolate negro. En el blog ya tengo una mousse de chocolate, pero lleva leche, y me interesaba hacerla sólo con chocolate.

Como os he dicho, he usado esta mousse de chocolate negro  para rellenar unos profiteroles de naranja, pero podéis usarla para lo que queráis: Rellenar bizcochos, adornar pasteles o cupcakes, o simplemente, servirla en unos vasitos. Si los ponéis en vasitos salen unas 6 raciones.

Esta receta es sin gluten (apta para celíacos), siempre y cuando, el chocolate que uséis no tenga gluten. Además es muy fácil de hacer. Necesita un mínimo de 3 horas de reposo en la nevera para que adquiera consistencia. En mi caso, preparé la mousse la noche antes. De esta forma, al día siguiente estaba perfecta.

Al llevar huevo crudo es necesario que se conserve en la nevera, y se consuma en un máximo de unos 3 días. Tranquilos, que con lo buena que está, desaparecerá en un visto y no visto... jajaja.

Ingredientes para 6 personas:
  • 170 g. de chocolate negro con un 70% de cacao
  • 55 g. de mantequilla
  • 3 huevos bien fríos (de esta forma se montarán bien las claras)
  • 75 g. de azúcar
  • 1 pizca de sal para montar las claras
Preparación:
Primero de todo, ponemos los 170 g. de chocolate negro y los 55 g. de mantequilla al baño maría. Para los que no sepan qué es el baño maría os diré que tenéis que poner a hervir un cazo más grande con agua y encima de ese cazo, otro más pequeño con el chocolate y la mantequilla. Al calentarse el agua, el chocolate y la mantequilla se irán derritiendo. Es muy importante que no caiga ni una gota de agua dentro del chocolate, porque si no, se estropearía. Por lo tanto, no pongáis el fuego muy fuerte. Ponedlo a fuego medio. En la foto de abajo podéis ver los dos cazos: El de abajo, con agua y el de arriba con el chocolate y la mantequilla.


Vamos removiendo continuamente hasta que el chocolate y la mantequilla se hayan derretido.


Esperamos a que el chocolate se haya templado, ya que luego tenemos que poner las yemas de los huevos y no nos interesa que cuajen. Yo lo puse en un bol más grande, para que se enfriase más rápidamente y poder trabajar con el resto de ingredientes más cómodamente.

Una vez se ha templado, partimos el primer huevo, separamos la clara de la yema y mezclamos la yema con el chocolate con unas varillas. Reservamos la clara.


Una vez se haya integrado completamente, partimos el segundo huevo, separamos la clara de la yema y añadimos al chocolate la segunda yema. La segunda clara la reservamos en el mismo recipiente donde esté la primera. Mezclamos con las varillas la yema y el chocolate hasta que se haya integrado. Como podéis observar en la foto, además de la yema y el chocolate también intenté mezclar la tapa de la cámara... jajaja. Lo malo es que no me di cuenta hasta que fue demasiado tarde y lo manché todo... jajaja.


Una vez se haya integrado la segunda yema, partimos el tercer huevo y añadimos la yema a la mezcla con el chocolate. Reservamos la clara con las otras dos.


Cuando estén todas las yemas integradas en el chocolate, pasaremos a montar las claras. Como os he dicho en los ingredientes, los tres huevos tienen que estar bien fríos para poder montar bien las claras. Tenemos las 3 claras en un recipiente. 


Les añadimos una pizca de sal y las montamos a punto de nieve con unas varillas, o con una máquina con varillas. Yo he usado la KitchenAid. Cuando las claras estén a medio montar, sin parar la máquina (o las varillas), añadimos poco a poco los 75 gramos de azúcar.


Acabamos de montar las claras. Han de estar bien montadas. Os tienen que quedar más o menos así:


A continuación cogemos una cuarta parte de las claras y las añadimos a  la mezcla con el chocolate.


Aunque en la foto hayan unas varillas no hagáis caso, removemos con una espátula, con movimientos envolventes hasta integrar las claras. A continuación ponemos el resto de las claras montadas.


Removemos con la espátula, con movimientos envolventes y con cuidado, para evitar que la masa no pierda volumen.


Una vez se hayan integrado completamente las claras, ya tenemos lista la mousse. Podemos hacer varias cosas: Podemos poner la mousse en vasitos para servir más tarde de forma individual, ponerla en una manga pastelera... como queráis. Depende del uso que le queráis dar a la mousse. En mi caso, la puse en una manga pastelera porque después iba a rellenar los profiteroles. Os recuerdo que la mousse ha de estar un mínimo de 3 horas en la nevera para que adquiera una buena consistencia.


Como podéis ver, no hay nada mejor para rellenar una manga pastelera que ponerla en un jarrón... ¡Y no es broma!


Y aquí tenemos la mousse lista para meter en la nevera. Como podéis ver, usé una boquilla en forma de estrella, para que el relleno de los profiteroles fuese más bonito.


Ya sé que me repito más que el ajo: Ponemos la mousse en la nevera un mínimo de 3 horas. Yo lo hice la noche anterior. Al día siguiente estaba perfecta para rellenar los profiteroles. Como la mousse lleva huevo crudo, mejor consumidla en un máximo de 3 días, pero estad tranquilos: ¡Está tan buena que no os durará tanto!... jajaja

¡Espero que os haya gustado la receta! Si es así, no os perdáis mis actualizaciones. Podéis seguirme haciendo click en "Me gusta" de Facebook, añadiéndome en vuestros círculos en Google +, en Twitter, o en Instagram.


2 comentarios:

  1. Yomi! El resultado parece ideal, y muy antojoso, como todo lo que tiene chocolate. Me guardo la receta. Saludos!!

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    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias Ana!
      Está buenísimo. Te animo a que la hagas. Un beso

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